Els Encants - El Fascinante Mercadillo de Barcelona
El área que rodea a Les Glòries (antes una odiada rotonda y hoy día la entrada este de la ciudad), es conocida por ser el mayor área en construcción de Barcelona. Con una extensión de 15 hectáreas, este ambicioso proyecto contará con extensas zonas verdes, parques y otros servicios públicos. Es un proyecto ambicioso que completará el diseño único de Ildefonso Cerdá además de fortalecer la reputación que tiene el excelente urbanismo de Barcelona.
Este proyecto se basa en tres monumentos ya acabados: la Torre Glòries (anteriormente «Torre Agbar») del arquitecto francés Jean Nouvel, el Museo del Diseño de la veterana firma local MBM, y el más fascinante de los tres, Els Encants, una estructura abierta por un lado que funciona como mercadillo, creado por el estudio B720.
El mercado de Els Encants es uno de los más antiguos de Europa. Desde la Edad Media, una comunidad de comerciantes han ocupado básicamente el mismo espacio para vender antigüedades y bienes de personas fallecidas, restos de lazos y telas, piezas electrónicas y muchas más cosas. Se tuvieron que desplazar debido a las obras de Les Glòries que incluían mover el tráfico a túneles subterráneos. En vez de mandarlos a un espacio en las afueras, lo que hubiera sido el caso en una ciudad menos predispuesta a los beneficios del buen urbanismo, las autoridades de la ciudad decidieron construirles un espacio permanente.
B720 está dirigido por Fermín Vázquez y Ana Bassat. La firma que ambos fundaron se ha asociado con arquitectos internacionales para en la creación de algunos de los edificios más osados de Barcelona, como la Ciudad de la Justicia de David Chipperfield o las Torres Porta Fira de Toyo Ito. Sin embargo, el mercado de Els Encants sigue siendo el proyecto distintivo del estudio.
Detrás de las construcciones se encuentra una amplia plaza, casi una extensión de lo que será Gloriès una vez completa. La idea es proteger a los comerciantes y sus productos del polvo y la lluvia y ordenar la gran cantidad de puestos pero sin encerrarlos. Los arquitectos lo consiguieron mediante la construcción de un grupo de toldos metálicos que desde los niveles superiores funcionan como una especie de espejo de la frenética actividad del mercado y el área que les rodea.
Debajo, una serie de rampas en espiral dirigen a los compradores a los puestos: los permanentes están situados en locales simples con puertas enrollables, y otros, cuyos productos pueden variar cada semana, como lo han hecho durante siglos, utilizan mesas de caballetes. En la planta baja, a primera hora de la mañana tiene lugar una de las actividades más características de Els Encants: mujeres y hombres que pujan por bienes (sobre todo patrimonio de fallecidos y excesos de existencias) en las famosas subastas que se llevan a cabo a puerta cerrada en instalaciones subterráneas especiales. Es en las montañas de objetos que están en el suelo donde buscan sus tesoros los aficionados al vintage, retro y las antigüedades, desde pósteres antiguos a lámparas de cristal, todo puede ser encontrado allí.
Fotos: Rafael Vargas
Texto: Suzanne Wales